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Libro de Pases

En el Libro de Pases encontrarás el detalle de las altas y bajas de jugadores de las selecciones del Mundial PFE 2018.

FECHA 2

SUIZA

  • Carlos Sanchez (motivos personales) fue reemplazado por Diego Lugones.
  • Gonzalo Giudice (rotura de ligamentos) fue reemplazado por Francisco Robles.

MEXICO

  • Bruno Nicolotti (rotura de ligamentos) fue reemplazado por Martín Hume.

FECHA 3

SUECIA

  • Patricio Ogorman (rotura del tendón de Aquiles) fue reemplazado por Juan Pablo Rodriguez Feito.

FECHA 6

PORTUGAL

  • Rubén Valentini (motivos personales) fue reemplazado por Hernán Vaamonde.

FECHA 7

SUIZA

  • Se incorpora a partir de la fecha 8 Sergio Requena.

FECHA 13

COLOMBIA

  • Nicolas Niell (rotura de ligamentos) fue reemplazado por Facundo Gonzalez.

Les deseamos pronta recuperación a los lesionados y éxitos a los players que ingresaron.

FINALIZADA LA FECHA 14, EL LIBRO DE PASES CERRO Y A PARTIR DE AHORA LAS BAJAS NO PODRÁN SER REEMPLAZADAS. ESTO SE DEBE A QUE EL MUNDIAL PFE 2018 YA INGRESO EN ZONA DE DEFINICIÓN.

El Comité

Crónicas de la 13

Se jugó la Fecha 13 del Mundial PFE 2018 y nos acercamos al receso invernal. La parrilla le tocaba al equipo de México (foto) y muchos esperaban tacos y enchiladas. Por el contrario, sorprendieron sumando a las habituales bondiolas provista por El Comité otros cortes de carne, cebollas caramelizadas, berenjenas al escabeche y otras delicias que los players devoraron. Gran trabajo de los aztecas en la parrilla!!!

 

FECHA 13 (Por El asesor Pirincho)

Y el invierno se vino con todo. Subiendo la barranca de Maure despacito, para no lesionarse, a este cronista se le congelaban los pocos pelos que le quedan. Para colmo la orden de los jeques era tajante: ignorar la ola polar y cubrir el cotejo entre Nigeria y Arabia en la cancha 1, bien lejos del calorcito de la parrilla, donde arrecian los vientos huracanados.

Por un resquicio entre tanto buzo, bufanda, camiseta térmica y gorro de lana se alcanzaba a atisbar un trabado match preliminar entre Alemania y México, que finalmente obtuvieron los germanos luego de un primer tiempo parejo. Mientras se preparaban los equipos, la expectativa era grande: el fútbol total de los saudíes versus la defensa atlética de los africanos, grandes figuras del balompié de ambos lados y dos combinados con estilo bien definido que saben a qué juegan.

A la hora señalada “Yo, Claudio” pitó el inicio. Con Chiquito Goñe en la valla, los diez pulmones de Binner y Alberione y el aporte disciplinado de Serra, Ortiz y “el otro” Diez, Nigeria salió a cubrir espacios, marcar bien juntitos, administrar la pelota y construir una muralla para que choquen los rivales. Sabedores de la peligrosidad y el oficio de los africanos, los árabes igualmente resolvieron presionarlos y salieron a la cancha con su capitán en la meta, “Cafú” Cybulka y el mastín Pato Schmidt en la zaga, el astro Van der Heyden al medio y Pancho Amieiro bien de punta –como le gusta a Latorre.

El primer tiempo comenzó con ritmo electrizante. Los árabes presionaban buscando imponer su toque y los nigerianos no se quedaban atrás, marcando y saliendo de contra. Las intervenciones de los guardametas mantenían la paridad hasta que el maratónico Alberione logró filtrarse en la defensa saudí y marcar el 1-0. Pero antes de que las gradas pudieran reponerse Van der Heyden empató con un remate cruzado y luego, en una entrada con destino de gol, fulminó de un pelotazo el rostro del cancerbero Goñe, que debió retirarse momentáneamente. Y entonces, en ese preciso instante, Eduardo González García se convirtió en héroe: se calzó los guantes sin complejos y al mejor estilo Hugo Orlando Gatti en su partido despedida, economizando movimientos con sabiduría, tapó todo lo que le tiraron y logró mantener la valla intacta hasta el retorno del guardavalla titular. Con las entradas de los árabes Lanari y Grassi el trámite retomó su furiosa dinámica: The Flying Dutchman ensayó una maniobra acrobática que coronó con un espectacular bombazo al ángulo, y minutos después Ortiz consiguió el 2-2 entrando solo por izquierda al mejor estilo Neymar.

En el entretiempo las hinchadas se preguntaban si los jugadores podrían mantener semejante ritmo. Y vaya si lo hicieron: corridas, atajadas, palos, travesaños, remates de media distancia, trabadas que se escuchaban hasta Luis María Campos y el referí ignorando un penal a Van der Heyden más grande que el Hospital Militar no dieron descanso a la platea. Los árabes atacaban y los nigerianos contragolpeaban mientras Binner, Alberione, Lanari y Van der Heyden competían para batir récords de ubicuidad. A velocidad más humana, Grassi, Cybulka y Schmidt mordían y pasaban al ataque. Lanari marcó el tercero en una combinación supersónica, pero segundos después Binner aprovechó una mala salida de los árabes para empatar el marcador y, faltando escasos minutos, incluso logró el cuarto con una gran gambeta al arquero. “¡A la carga Barracas!”, gritaban los jeques. Los nigerianos se amontonaban delante de un Goñe que revolcaba su vasta humanidad hacia todos lados, mientras los palos devolvían una y otra vez los pelotazos árabes y los defensores multiplicaban sus esfuerzos. Pero no pudieron evitar que un rapto de lucidez de Amieiro colocase el balón en un palo sellando el 4-4 final. Los últimos minutos estuvieron a la altura del resto, con los goleros evitando el desequilibrio y los espectadores al borde del infarto.

Fue un partidazo vibrante, febril, emotivo, con resultado cambiante, en el que este cronista cree que ambos teams salieron satisfechos: los nigerianos, porque fueron los primeros en sacarle puntos a un duro rival que venía invicto, y los saudíes porque empataron un partido complicado que merecieron ganar pero también pudieron haber perdido. Mientras se escuchaban a los lejos los gritos de gol del candidato croata, los espectadores salieron doblemente colmados: de fútbol por el gran esfuerzo de nigerianos y árabes, y de bondiolas y lomitos por la excelente parrilla de Bitz y sus aztecas.

Se vino el invierno con todo. No queda otra que agachar la cabeza, esperar que pase el frío, rezar para que Brasil no salga campeón y Sampaoli se vaya a dirigir Islas Faroe.

Fecha 12 – Mundial PFE

En un lunes gélido, se disputó la Fecha 12 del Mundial PFE 2018. El frío logró reunir a las 3 bajas por lesión que tuvo el torneo: Bruno Nicolotti, Gonza Giudice y Pato Ogorman (foto). Según se pudo escuchar, intercambiaron teléfonos de reumatologos y de casas de prótesis de rodilla para poder volver con todo en el 2019! Los esperamos muchachos!!!!!

FECHA 12 (por El asesor Pirincho)

Luego de la ausencia del enviado especial de Riad en el match ante Japón, agravada por el “abandono literario” del talentoso colega de Manchada con Tinta, los jeques encargaron a este cronista cubrir el partido entre los árabes sauditas y los mexicanos de Fede “no elegí a nadie de 3°A porque quiero conocer gente nueva” Bitz. La noche estaba helada, los dedos de los planilleros se congelaban y los hinchas comprobaban aliviados el regreso de los players que viajaron al fiasco de la selección nacional en Rusia 2018 con el dólar a 30.

El aperitivo era el match entre Bélgica sin su MVP y un Perú con arquero-volante, los siempre efectivos misiles del Bocha Cesaro y una noche estelar de Dani Di Genova, que clavó goles de todos los colores incluyendo un par de impresionantes vaselinas: un par de goles oportunos del capitán Basterra no alcanzaron a los diablos rojos y, pese a concluir el cotejo con cuatro jugadores, los incas lograron una apretada victoria.

Mientras se disponían las cosas para el cotejo central, se escuchaban algunas quejas en el vestuario azteca por las bajas y por la zona que deparó el azar del fixture. Pero, pocos minutos antes del pitazo inicial, el Míster reveló finalmente la alineación: el compañero Borgese al arco, los confiables Bitz y Hume en las bandas, Martínez dando una mano en defensa y si se podía alguna ayuda a Javi Álvarez arriba, que se las debía arreglar más solo que Sampaoli el próximo día del amigo. Por su parte Arabia presentó el retorno de su capitán en la valla, a Lascano y Cybulka en la zaga, Van der Heyden al medio y Pancho Amieiro moviéndose por el frente de ataque. Los primeros minutos fueron favorables a los mexicanos, que a pura presión lograron llevarse por delante al rival. Entre la presión azteca, el fresquete y una cancha 2 casi tan arenosa como el Sahara los saudíes no lograban hacer pie. Sin embargo, luego de un tubo de Van der Heyden a Bitz –que más que caño pareció el túnel del Canal de la Mancha–, sus compañeros comenzaron a rebasar las defensas mexicanas generando chances que Borgese apenas lograba desactivar, y con la entrada del “correcaminos” Lanari encontraron el primer gol. Los mexicanos respondieron logrando la paridad con un furibundo puntinazo de Javi “Ozil” Álvarez. Pero la alegría fue efímera porque los saudíes comenzaron a hacer pie y, pese a los alaridos en el banco del lesionado Nicolotti, los aztecas no podían contener más las combinaciones eléctricas de Van der Heyden y Lanari –que clavó un inatajable sablazo al ángulo–, con lo cual el marcador parcial terminó 3-1 a favor de Arabia.

Buscando un revulsivo el DT azteca hizo entrar a Ruso en el entretiempo, Borgese trató de emular a Comizzo y Álvarez bajó a hacerse del balón. El equipo se adelantó valientemente en bloque en busca del empate, pero a esa altura la defensa saudí era un muro sólido y, con la entrada de Cacho Grassi y la rotación de Cybulka, Lanari y Amieiro, el complemento vio cómo se acentuaba cada vez más el dominio albo. Los players árabes se proyectaban turnándose para despilfarrar oportunidades, hasta que ajustaron la puntería y los tantos saudíes se sucedieron implacables –destacándose una espectacular volea de Amieiro a lo Zidane que terminó de definir el 7-1 final.

Si bien hay que decir que algunos plateístas se irritaron con Bitz cuando esbozó el reclamo de un penal inexistente y pareció incurrir en una acción antideportiva al arrojar un balón a los subibajas del fondo, en líneas generales el match fue caballeroso y leal. Para los árabes queda la tranquilidad del deber cumplido, y para los aztecas la sensación de que ajustando un par de detalles seguramente lograrán dar pelea y ascender en la tabla de posiciones.

Mientras el capitán uruguayo intentaba lechucear a los rivales, Ojeda se lucía custodiando la valla rusa y la temperatura caía más que la credibilidad de Fazio, este cronista alcanzó a disfrutar un sandwichito observando de reojo las postrimerías de la gran performance sueca ante el candidato Croacia, que recién logró imponerse hacia el final con un balinazo teledirigido del inexorable campeón Lucho Diez.
Winter is coming…

La 10 …

FECHA 10 (Por El asesor Pirincho)

Inevitablemente, la noche estaba teñida por la catastrófica derrota de la Selección Nacional. Las mentas a las madres del “comegordas” Agüero, de Wilfredo “salgo jugando” Caballero y hasta del propio Messi se entremezclaban con las últimas arengas de los capitanes y las indicaciones de los cuerpos técnicos.

Los jeques destinaron a este cronista al gran partido de la fecha: Alemania-Arabia. La expectativa era ciertamente grande. Por parte de los motivados saudíes cundía la ansiedad por comprobar dónde están parados en un cotejo diagnóstico. Con el silbato del árbitro se reveló la alineación inicial: el capitán en la valla, el férreo Pato Schmidt y “Cafú” Cybulka atrás, y Amieiro y Van der Heyden de punta. Por parte de la Mannschaft, una única duda: ¿dónde anda el capitán Della Santa? ¿En el gulag? ¿En alguna cárcel de Putin? Porque lo cierto es que de otros players que están en Rusia llegan noticias, un audio, alguna foto: pero del calvo goleador germano sólo hay rumores inquietantes. Así las cosas los germanos optaron por salir a la cancha con “ARA” Amenábar en la meta, los panzers Palma y Sconamiglio en la zaga, el policromo Ortiz al medio y en la delantera el debutante Jano Monticelli.

Apenas iniciado el primer tiempo quedó claro que sería un partidazo. Los árabes se plantaron en tres cuartos de cancha manejando la pelota. Como el horno no estaba para bollos, las salidas a lo René Higuita de ARA fueron reprimidas sonoramente por sus compañeros, que se replegaron sobre la muralla de sus “torres gemelas” y sacaban punzantes contragolpes. Tras algunos tanteos la estrategia pareció dar éxito: una buena escapada de Ortiz abrió el score para los germanos, que a punto estuvieron de marcar el segundo con Monticelli y su oficio para aguantar el balón. Confiados en su fútbol, con las entradas rotativas del mariscal Lascano, el veloz Lanari y Cachi Grassi los saudíes insistieron en el ataque, hasta que dos buenas combinaciones permitieron primero empatar a Amiero y luego al Flying Dutchman dar vuelta el marcador. El trámite parecía cambiar de manos. Pero Grassi debió salir por un golpe y, con algo de fortuna, el recién ingresado Repetto encontró el empate tras un rebote en un córner. Luego de que ambos teams probaran un par de veces más a los arqueros, el primer tiempo terminó empatado 2-2.

En el segundo período ambos equipos mantuvieron intacta la intensidad: los árabes insistiendo en el toque ofensivo y los germanos intercambiando golpe por golpe. Cada uno con su propuesta –más táctica la germana, más técnica la saudí– todos buscaban desequilibrar hasta que el trámite se fue “picando” por la reiteración de faltas, la multiplicación de córners y tiros libres y hasta un par de amarillas. Los palos detuvieron algunos ataques, los goleros algunos otros y los delanteros erraron ocasiones increíbles hasta que, faltando cinco minutos, Amieiro coronó una gran combinación de toques con un remate inapelable, y antes de que los alemanes pudieran recuperarse Van der Heyden selló el 4-2 final con un gran anticipo ofensivo a la Jürgen Klinsmann. Se cerraba así un partido disputado, con pierna fuerte pero leal, mucho grito, mucha atención, garra, aplicación táctica y bastantes pinceladas de buen fútbol.

Mientras los players se abrigaban y los alegres saudíes se dirigían a La Continental para continuar la concentración, este cronista pudo presenciar algunas viñetas de la inesperada pero espectacular victoria británica contra la Nigeria de Binner, y sobre todo un picante encuentro entre Argentina y Bélgica repleto de faltas, tarjetas, penales y mucha pero mucha charla entre argentinos y belgas, argentinos y argentinos, belgas y belgas, y entre todos y el árbitro: en medio de tanta histeria se vio no obstante una merecida victoria gaucha con buenas actuaciones del goleador Galimberti, el golero Janssen y la zurda elegante de Dani “Redrado” Martín.

Con el trasfondo de los últimos gritos, el audio del Cholo Simeone, mil y una versiones e insultos de todos los colores al payasesco Sampaoli, el frío se fue adueñando de la calle Maure mientras flotaba la sentencia fatídica: nadie, pero nadie, quiere jugar contra Croacia.

Crónicas de la Fecha 9

FECHA 9 (Por El asesor Pirincho)

 

Al buen tiempo, mala cara: desde la barranca hasta la parrilla se oían las quejas de los capitanes por las ausencias. Junto a las interpretaciones psicológicas sobre la personalidad de Messi y una rica paleta de insultos a Angelito Di María, eran los temas candentes. Luego de presenciar la ajustada victoria de la aplanadora germana que hizo valer su oficio ante una deshilachada Francia, el áspero empate entre uruguayos e ingleses y una función “de panadería” de los ascendentes nigerianos (que atendieron a los rusos con media docena de Binner y otra media docena de Gianelli), este cronista llegó a la cancha 3, donde debía cubrir el enfrentamiento entre árabes y españoles.

 

De entrada advirtió que el match estaría desnaturalizado por las bajas de La Furia. Para compensar las ausencias sensibles, los ibéricos desplegaron al veterano capitán Muras en la meta, apilaron todos los jamones posibles en las trincheras y Sartorio y el único Villar que hace goles intentaban enhebrar algún contragolpe. Con alineación casi completa (el jugador-franquicia Grassi se ausentó con permiso de los jeques), los saudíes salieron por su parte con su capitán en la valla, Schmidt, Lascano, Amieiro y Van der Heyden.

 

Apoyados en las atajadas de la inoxidable “Araña” Muras, los ibéricos aprovecharon la disonancia inicial en la orquesta árabe para mantener la igualdad en un buen tramo del primer tiempo. La paridad duró hasta que Amieiro rompió el score con un puntinazo al ángulo al mejor estilo Romario y los árabes encontraron la tranquilidad necesaria para desplegar su juego: la maquinaria ofensiva comenzó a aceitarse y con las entradas del dinámico Lanari y Diego “Dani Alves” Cybulka (que cuando va, va), la “rotation” que recomendaba el querido Aníbal terminó llevando todos los pelotazos en contra a la sufrida valla española. El ataque saudí se tornó imparable en el segundo tiempo y se vieron varios goles de gran factura: la gran actuación de Muras, el ingreso del “Pampa” Soler y el buen descuento de Sartorio no alcanzaron para emparejar las acciones, que concluyeron con el 9-2 final.

 

Mientras los players rogaban al sapiente Martínez De Georgi que mostrara la bola de cristal con que acierta los resultados del prode en un mundial repleto de resultados insólitos, este cronista alcanzó a presenciar los últimos tramos del concierto del candidato croata haciéndole Lukaku-Lukaku a Bélgica. Y mientras encargaba un abultado sándwich en la parrilla, se dio cuenta de que en todas las canchas la charla confluía en un único tema: la madre de Sampaoli.

Se jugó la oooooocho

1))) Gracias PFE!!! (por Soy Beriso, para el PFE)

Se jugó la fecha 8, y en la cancha 1 en último turno, les tocó jugar un partido de amigos a los equipos de los dos jugadores del PFE que son miembros de Tiempo de Hacer, CONIN Merlo. Francia y Brasil, representados por Marcelo Bianchi y Charly Gutierrez (foto).

 

 

Ambos querían que sin entrar en detalles de la crónica del partido, deje un agradecimiento enorme para todos los que forman el PFE, por la donación de la recaudación de la parrilla de la fecha 7. Se recibieron $7.300.- Siete mil trescientos pesos!!! Un montón!! Los muchachos nos cuentan que con ese dinero se puede cubrir el costo de los alimentos básicos que semana a semana las familias que participan del programa CONIN, se llevan del centro para poder cubrir o reforzar las necesidades nutricionales básicas de los chicos. Nos invitan a que pasemos por el sitio www.tiempodehacer.org para que veamos todo lo que se hace para cuidar a varios niños de Barrio Nuevo, y ayudarlos a que se desarrollen en forma con salud y el afecto necesario.

 

Me dicen que siga mangueando, pero lo dejo para más adelante, ahora quiero dejar unas líneas para describir el encuentro deportivo por el que Brasil se impuso a Francia por 7 a 4.

 

En Francia el equipo salió agrandado, venía de comer un flor de asado en su fecha libre (la 7) y además pusieron al “pichichi” Bianchi de entrada, pensando que iba a continuar con su racha goleadora… Brasil, ingresó con cabeza baja, tratando de cambiar su historia, con necesidad de un triunfo. El “pichichi” francés, se mostró más como un pichiCHO, fiel a su historia, y parece que la ausencia del novato Carames, hizo que el juego colectivo no apareciera. Brasil comenzó con el veterano 1 Bassi al arco, y tuvo un desempeño destacado en todo el primer tiempo, manteniendo la valla invicta. No dejó mojar al “PichiCHO” francés, que tuvo dos situaciones claras de gol. Terminó el primer tiempo ganado por varios goles. Destacada actuación de Hernán Algorta.

 

Cambiaron de lado, e ingresaron a la cancha las estrellas del espectáculo de ambos equipos…
Por Francia, con un corte moderno realizado en una peluquería de barrio, cubrió el lugar que dejaba Nachito Campo, el “peluca” Arnaiz. De afuera, en un momento, le gritaron que baje de 45 a 33 (mensaje que para algunos de los nuevos jugadores del PFE no debe tener ningún significado… les explico: antes que los DVDs, estaban los CDs, y antes… hace muuuchhoooo… los Long Play!! que funcionaban a 33 o 45 revoluciones… y busquen en google!!).
En Brasil, prendieron los parlantes y anunciaron el ingreso del veterano 2 “Galimba Senior”… y a partir de allí Francia pudo hacer algunos goles más para reducir la diferencia irrecuperable en todo el segundo tiempo. La estrella brasileña mostró sus fallas habituales, que por la baja productividad francesa no pudieron ser aprovechadas, pero destaco un grito perpetrado luego de un fallido saque de fondo… “ponele tiza a los botines Galimba”… Risas de la estrella y siguió el partido.

 

Final del encuentro, con un 7 a 4 mentiroso, parecía un 10 a 2 para un Brasil que comenzado el mundial, se perfila como uno de los de abajo que quiere subir!!
Los de Francia, bien… a comer algo y a la cama. No lo analicen muchachos, ya esta… El lunes hay que ganar.

 

Gracias PFE de parte de todo TDH – CONIN Merlo

 

Me despido, creyendo que quizás el lunes próximo les mando la crónica de una victoria de Francia!

 

2))) FECHA 8 (por Por El asesor Pirincho)

 

El fresquete era tremendo en la barranca de Maure y Luis María Campos, pero más frío aún hizo en Riad luego del modesto desempeño del representativo saudí ante los anfitriones rusos. Un llamado al técnico dejó claras las cosas: Putin pudo haberse quedado con el cotejo diurno, pero por la noche el combinado nacional debía lavar la afrenta a los jeques en el PFE o afrontar las consecuencias.

 

Así las cosas, se enfrentaban en la cancha 2  con los duros egipcios. Egipto  sorprendió con su figura Goyo Castillo manejando los hilos, el confiable debutante Berken y los veteranos Lavenia y Botta desdoblándose para marcar y contragolpear. Los saudíes fueron desordenadamente al ataque, pero con Amieiro y Van der Heyden sin hacer pie, el peso del juego recayó sobre el perro de presa Schmidt y la solidez de Lascano, que debieron multiplicarse para contener los ataques rojos. Con dinámica e inteligencia los rojos dominaron el trámite de la primera parte, aunque los palos y alguna intervención del guardavalla impidieron que marcaran y se fueron en inmerecida desventaja al descanso tras un buen tanto de Amieiro.

 

En la segunda mitad se invirtieron los papeles. Con la entrada del jugador-franquicia Cacho Grassi los árabes se retrasaron un poco, tomaron la pelota y comenzaron a controlar el trámite. Los egipcios salieron a buscar el empate, que consiguieron, pero al hacerlo se desordenaron. Grassi de repente recordó cuando de chiquito iba a ver al Loco Enrique y, tras una doble pared con Holanda a lo Bertoni-Bochini, marcó un gran segundo tanto. Schmidt y Lascano armaron un muro infranqueable, y Botta intentó un par de shots de larga distancia que voltearon varias ramas del árbol de la cancha 2. Con los rivales abriéndose para buscar la igualdad, Amieiro y Van der Heyden encontraron espacios e hicieron desastres en la zaga egipcia. El ingreso del añejo goleador Weis no logró cambiar las cosas, y el 6-2 final sentenció un match parejo, leal y bien jugado.

 

Mientras los saudíes charlaban la forma en que habían sido puestos en aprietos por el rival, la afición iba a calentarse un poco a la parrilla. Mientras Grassi recibía certificado de glamour nada menos que del propio Leo Maritato, este cronista alcanzó a registrar la esperada visita del querido peluquero Arnaiz –a quien no se veía en las canchas más o menos desde abril–, el sólido crecimiento de México e Inglaterra (grandes presentaciones de Javi Álvarez y Diego “me duele el dedo” Villagrán), una trabada igualdad entre Nigeria y Portugal, otro empate picante entre nipones y suecos con tarjetas por doquier y el llanto del goleador Rico, y a los candidatos alemanes y croatas luciéndose ante rivales complicados aun sin contar con sus figuras.

 

La temperatura siguió bajando pero los jeques, por el momento, quedaron tranquilos. Con una sonrisa casi tan grande como la de Pancho Mora.

 

3))) Crónica de la octava (Por Manchada con Tinta)

 

El jueves 14 se disputó la octava fecha del torneo Mundial del PFE. A este cronista le tocó en suerte cubrir el encuentro que disputaron las selecciones de Suecia y Japón en la cancha número 3, más conocida como “La Gianelli”. Con un marco espectacular, al calorcito de una parrilla que ya se había encendido a las 1930, estos equipos se vieron las caras en el turno de las 20.20. Los nipones venían de una serie de derrotas consecutivas y los suecos en franca mejoría.

 

El campo de juego quedó calentito luego de que se disputara el encuentro entre mexicanos y rusos. Mire como habrá sido la cosa que hasta nuestro jugador fetiche, don Spicy Chaud, se retiró enojado. El encuentro arrancó de ida y vuelta. Los nipones se pusieron al frente pero los suecos pudieron empatar rápidamente. A los cinco minutos una jugada desafortunada sacó de cancha a José Paredón Muro. El querido defensor nipón intentó una rara patada y golpeó fuertemente su dedo gordo del pie zurdo contra el cemento. Resultado: Pepe afuera e ingreso del Bocha Zogby.

 

Con el correr de los minutos los suecos consiguieron ponerse al frente por diferencia de un gol. Los nipones buscaban el empate y comisionaron a Blanc (premio al físico 2017) para que fuera a pelearse bien arriba con los platinados. Hubo también lugar para jugadas polémicas. Por ejemplo la salida de “shortcitos” Morasutti de su área para frenar un ataque sueco. El negro sacó amarilla y los suecos reclamaron al menos azul. En el segundo tiempo también tuvimos otra polémica. Damián, defensor nipón hace con los pies un saque de meta y la pelota le cae a un delantero sueco al mejor estilo Karius. El pito anula el gol ya que el saque debe ser hecho por el guardametas y con la mano.

 

En el segundo tiempo seguía el ida y vuelta y los nipones pudieron tomar una pequeña ventaja de 4 a 3. Cuando ya parecía que se llevaban los tres puntos erraron dos goles sencillos. Primero JP, una de las figuras del encuentro, que quedó con el arco solo pero con la desgracia que la pelota le quedó para la zurda. El bueno de JP, con menos zurda que la Sra. Pando, la tiró casi al lateral. Luego este cronista tuvo también un rebote y mano a mano contra el arquero sueco. Ensayó un caño el que claramente no salió.

 

En el tiro del final los nipones hacen un tiro libre desde su arco. El sueco Sánchez robó la pelota en mitad de cancha y al aproximarse al área coló un lindo zapatazo a la esquina del arco japonés. El gol sellaría el encuentro. Un entretenido empate 4 a 4.

 

La jornada dejó también: Unos churrascos increíbles (la comisión ya está para poner un carrito en Costanera). Otro triunfo saudí y muchas risas y buenos momentos.

Crónicas de la 7ma

1))) FECHA 7 (Por El asesor Pirincho)

La séptima fecha se vio marcada por el fresquete y sobre todo por las ausencias: bajas por viajes al mundial, bajas por viajes de trabajo, bajas por lesión, bajas por dolorcitos o por ganas de quedarse en la cucha con la frazada hasta el cuello.

Con la misión de cubrir el esperado enfrentamiento entre los dos últimos invictos del PFE, tan demorado por las lluvias selectivas (sol – sol – lunes lluvia – sol – sol – jueves lluvia – sol), el cronista se calzó la bufanda y partió hacia la cancha 3, donde encontró gran revuelo en las tribunas. Por parte de los árabes, un conato de motín de Van der Heyden, autodeclarado en rebelión en elegante sport, pidiendo ir al banco: un oportuno llamado a Riad terminó con los jeques amenazando cortar manos, pies, piernas y cabezas, y con el astro saudí con los cortos en el centro del campo. Del otro lado, triunfadores aplastantes en todas las encuestas, los croatas tenían reservada otra sorpresa: una alineación diezmada. Luego de los serbios y montenegrinos, los más insultados por la afición eran los cracks ausentes, Fran “Dorys del Valle” Sánchez (por inyección misteriosa) y Lucho “Emilio Disi” Diez (las explicaciones estaban divididas: la mitad de los plateístas afirmaba que pretextó un viaje laboral a USA para escapar a la presión de ser EL candidato, y la otra que aprovechó un compromiso laboral para asistir al Gay Parade en Miami).

Durante el sorteo se produjeron algunos intercambios picantes, con Pancho “Anaconda” Mora echándole en cara a Van der Heyden “¡dijiste que no ibas a entrar, p…!” y la luminaria saudí prometiéndole a cambio un par de caños. Obligados por las ausencias a asumir un libreto más conservador, los croatas salieron con Mora en la valla y Perotti, Antao, Mayer y Vicente amontonados atrás, buscando calorcito, intentando de vez en cuando pescar algún contragolpe. Sin amilanarse por los pergaminos del rival, con su capitán en la meta, Lascano y el elegante “Cacho” Grassi en la zaga, los saudíes procuraron atacar con Van der Heyden y Lanari. En los primeros minutos cierta dispersión de los atacantes árabes, una marca disciplinada de los croatas y un par de grandes atajadas de Mora -querían hacerle goles de caño pero por alguna razón la pelota no pasaba entre las piernas- mantuvieron el score en cero, hasta que Lanari logró el primer tanto tras una buena jugada colectiva. Los croatas no se achicaron y salieron a buscar el empate, que Perotti consiguió con un gran pelotazo al ángulo. El técnico saudí buscó un revulsivo ingresando a Pancho “Lollo” Amieiro, que pagó rápidamente punteándole una pelota rastrera al guardameta croata.

Pese a que los eslavos se las ingeniaron para enhebrar un par de llegadas peligrosas, de a poco fueron perdiendo la pelota y las paredes a un toque entre Van der Heyden, Amieiro y Lanari fueron agrietando su defensa: para colmo padecieron dos apariciones fulminantes de “Cafú” Cybulka, que regresó del exterior con la voracidad goleadora intacta, y el prometido gol de caño de The Flying Dutchman. La rotación y la superioridad técnica de los saudíes, el tamaño de la cancha y la inoportuna lesión de Perotti -en una Croacia sin cambios- terminaron de inclinar la balanza para Arabia, que concluyó ganando 7-1.

Con todo el mundo persiguiendo las últimas bondiolas, los árabes se retiraron satisfechos por haber superado el escollo y los croatas de buen ánimo sabiendo que con sus cracks en cancha el trámite seguramente hubiera sido distinto. Tan distinto, acaso, como el asombroso empate 11-11 entre los altibajos de la Suecia de Re (¿extraña al “Bombardero” O’Gorman?) y la esforzada Inglaterra de Busso (gran dinámica de Martín y Villagrán). Mientras los espectadores se abrigaban y presenciaban goles de todos los colores, llegaban las primeras noticias del buen andar de Nigeria, Bélgica, Uruguay y la confiable Rusia de “Manicure” Tremonti, la confirmación de una Argentina plagada de potencial, la resurrección de México y una dura Alemania que volvió a instalarse entre los candidatos. Mientras la tabla de posiciones se altera, llega el invierno al PFE.

2))) ¡Hay razones para ilusionarse! (Por Manchada con Tinta)

Cuatro palabras redactó el topo de la KGB comisionado en la noche de ayer al campo de juego esclavo. Vladimir, distendido, con un vaso de vodka en su mano derecha se alegró al recibir semejante noticia. Él sabía que tenía que darle la capitanía a Montú. El tipo sabe elegir. Y si tenía alguna duda respecto del muchacho que peina canas, el topo fue bien claro en hacerle saber que no se había equivocado. Otro acierto de Montú. Es cierto que este pibe no es un jugador convencional. Había verdaderas razones para dudar. Pero después de lo que demostró ayer en cancha 1 ya nadie volverá a dudar de este pibe Chaud.

El duelo contra el conjunto nipón, a casi ochenta años de la segunda guerra mundial se desarrolló en la cancha 1 a las 21.10 horas. Los nipones venían golpeados. Eso también hay que decirlo. Uno de sus jugadores lleva más de veinte días varado en el Mediterráneo, pobre hombre. Otro en tierra guaraní y un pobre hombre de campo con gripe. Los tres faltaron a la cita. Así es difícil que un equipo funcione. Sin embargo, con hidalguía los cinco nipones restantes se pararon para hacerle frente a los soviéticos. Ojo que los euroasiáticos tampoco tenían gente de sobra. Pudieron alistar a seis.

Desde entrada los rusos comenzaron con sus toques mágicos. Su arma mortal, el picante Chaud, conocido en otras latitudes como “Spicy”, dio un golpe de efecto incluso antes de que comenzara al encuentro. Este muchacho, que sabía que el arquero nipón, “shorcitos” Morasutti se destaca por su vestimenta no tradicional optó por redoblar la apuesta. Luego de perder más de una hora en pleno barrio de Once y habiendo expuesto su coche a una multa de las que más le gustan al guasón que gobierna esta ciudad, el picante consiguió munición pesada. Así le hizo frente a Mora con unas calzas militares pocas veces vistas. Hasta el barba Ortiz, habitué en el uso de calzas estridentes, las consideró muy arriesgadas. El impacto del resto de los jugadores fue tan grande que logró desconcentrar a propios y rivales. El DT ruso, también shockeado por el impacto de mal gusto, decidió dejarlo en el banco los primeros minutos.

En cancha y cuando el balón comenzó a rodar lo único que se escuchó fue un concierto ruso. Toque y toque. Los nipones no podían agarrar las marcas y los soviéticos tomaron ventaja por cuatro o cinco goles (en algún momento el corresponsal perdió la cuenta). Angelito, Horacio, el Pela y Karl (¿La barba es homenaje a Marx?) estaban imparables. Una única jugada feliz tuvieron los nipones. Fue un toque en pared entre JP y Guillo Zogby. El mayor de los nipones devolvió una pared con un toquecito digno del mismísimo Ricardo Bochini. Hermoso gol. ¡Qué lindo cuando Zogby se vistió del bocha por treinta segundos! ¡La cara de felicidad de ese muchacho!. La única macana es que durante los otros cuarenta y nueve minutos y treinta segundos Zogby volvió a ser Zogby, pero bueno, quien nos quita lo bailado.

Resultado final: Rusia 13, Japón 4.

Otra hermosa jornada futbolística.

Pd. ¿Y Candela? ¿Y Riverito?

Se jugó la Sexta

1))) Fecha 6 (por El asesor Pirincho)

 

El fresquete y la seguidilla de partidos para recuperar fechas perdidas se conjuraron para cobrar víctimas en los planteles del PFE. Entre viajes, bajas por lesión, los primeros walk-overs y algunos figurones más interesados en cambiar figuritas que por jugar al fútbol la fecha mostró lagunas sensibles en las formaciones.

 

A este cronista le tocó esta vez cubrir la cancha 1. En el primer turno, pese al doblete de su capitán, la Inglaterra de Busso –con algo de mala suerte– cayó ante una pragmática Rusia que minimizó errores defensivos y fue eficaz en el arco rival. Y en el último turno presenció el juego entre Japón y un ascendente Portugal. En un partido trabado, sin demasiado juego, que los nipones abrieron con tanto de goleador de Zogbi y pudieron empatar al final, los lusitanos se impusieron no obstante por los cañonazos de Bou, la dinámica del “Pipa” Virginillo y las proyecciones del metrodelegado Chalá, que a sus 63 años se mostró intacto para sus habituales “caricias” y también para proyectarse al mejor estilo Ulises de la Cruz.

 

En el segundo turno se jugó el match que más esperaba este cronista. Se enfrentaban Colombia –plantilla con grandes jugadores a la cual sorprendentemente no se le dan los resultados– y la Arabia puntera en el grupo C. Con su formación completa los cafeteros salieron resueltos a dar vuelta la taba desplegando al veterano Almada al arco, a Sixto, Arrien, Mastrangelo y Niell alternando posiciones defensivas, a d’Odorico y Poggi armando juego y Patania de punta. Sin cambios a los que apelar en el banco, Arabia presentó por su parte a su capitán en la valla, a Cachi Grassi en el fondo y a Van der Heyden, Lanari y Amieiro rotando en el medio y arriba.

 

La promesa de buen fútbol se vio cumplida sólo en parte: salió un match entretenido, repleto de goles que sin embargo –diría el querido Macaya– se explican por errores defensivos tanto como por mérito de los atacantes.

 

Un aceptable primer tiempo comenzó con los colombianos abriendo el marcador y los saudíes empatando a los pocos minutos, tras sendos fallos de los guardametas. Por un lapso el trámite pareció encauzarse con Arabia enhebrando algunas buenas maniobras de ataque y Colombia procurando cuidar la pelota, pero ya hacia el final de la etapa comenzaron a surgir notorios fallos defensivos que anunciaban lo que sería la segunda fase.

 

En el segundo tiempo, en efecto, con la continua rotación colombiana y los árabes sintiendo la seguidilla de partidos sin cambios, el partido se rompió definitivamente y pasó a ser un picadito de plaza de solteros contra casados. El centro del campo era la autopista Riccheri y los arcos, coladores: las fulminantes combinaciones de los ligeritos saudíes (Lanari-Van der Heyden) y los contragolpes colombianos (encabezados por un endiablado Patania) se sumaron a resbalones, salidas a destiempo, desatenciones y malos pases para que ambos teams marcaran por turno varias ráfagas de goles. Con las redes con más agujeros que la defensa de Boudou y los goleros exhaustos de tanto ir a buscarla adentro, el score final fue un insólito Arabia 12 – Colombia 10.

 

Montados en sus Lamborghinis, los jeques se retiraron satisfechos con el resultado pero inquietos por lo inoportuno del fixture: ante la candidata Croacia, que para colmo ganó la final adelantada frente a Alemania, una performance semejante no basta. Parafraseando a Genesis: and then there were two… la próxima fecha quedará un único invicto en el PFE.

 

2))) Francia tiene ese no sé qué viste? (Por El Turco Zaid Nairam)

 

Empilchados con sus clásicos colores, con la misma combinación de Thierry Henry en el Mundial de Sudáfrica 2010 y la inestabilidad del dólar blue, pisaron la fresca y húmeda baldosa de la cancha 3. Del otro lado estaban los belgas con un equipo repleto de ausencias (entre ellos su figura) y sin cambios.

 

El resultado fue una victoria abultada por parte de los franchutes que por la situación relatada, era lo lógico que se debía dar. Pero eso no fue lo importante del encuentro. Hubo 2 cuestiones que elevaron el espíritu del torneo.

Nro 1. El duelo de pesos PESADOS.
Por un lado y representando a Bélgica, estaba formado Juan Pablo Pesado (el padre de la criatura) experimentado arquitecto, socio fundador del PFE, creador y ejecutor del Másterplan deportivo esclavo que disfrutamos cada jornada. Por el otro, el francés Juan Bautista Pesado (la criatura) casi médico, Premio “Santa Rafaela” y el producto terminado de 15 años de aulas y salitas esclavas.
El duelo se lo llevó la juventud sobre la experiencia. Hubo chicanas, desafíos y duelos personales durante el desarrollo del cotejo, claramente el papá tuvo para “acomodarlo” en un par de jugadas pero sabía que en casa, la patrona inclinaría la balanza por el purrete. Felicitaciones para ambos!

Nro 2. Así como La Ñata tuvo a su Pichichi, Francia no podía ser menos y sacó de la galera a un Marcelito Bianchi desatado, desfachatado, un carasucia que no perdonó al guardametas Foco, que ni con los lentes de Karim Abdul Jabar, pudo ver el triplete que le clavó el Nro 10. Hat trick y pelota autografiada para el delantero más campeón de la historia del PFE.
Gracias por tanta magia!!

 

Maaassss!! Me das cada día Maaassss!!

 

3))) La sexta (por Manchada con Tinta)

 

Como en cualquier otra cena, un tipo alza la mano, estira el brazo y saca una selfie del grupo. Estamos ahí en una pizzería a cuatro cuadras de la cancha. Es raro no coincidir con otro equipo. Generalmente suele haber más de un grupo cenando en ese lugar. En la mesa somos siete. Uno de nosotros está de viaje y no pudo venir. Sobre la mesa hay algunas cervezas y tres o cuatro pizzas. La conversación gira en torno a temas clásicos, el partido, el fútbol en general y la familia.

Me gusta oír los análisis. Particularmente los de la derrota. En mi experiencia reconozco dos tipos de analistas. Están los que se echan culpas del resultado indicando que erraron goles, que no defendieron lo que debían defender o en caso del arquero encontrará el que te dice que no tuvo su mejor noche. Por otro lado están los que buscan eludir las culpas. Entonces si son defensores dicen que al equipo le faltó gol y si son delanteros dicen que les hicieron demasiados. El más extremista en esta postura es aquél que arroja la culpa al árbitro.

Lo bueno de este torneo es que viene con seguro. Cualquiera fuera el resultado del partido usted tiene la posibilidad de ir a charlar y comer una rica bondiola, exitosa incorporación 2018, o bien arrimarse a una pizzería o restaurante del barrio a sentarse con amigos y conversar. Es increíble porque seguramente le pasará lo mismo que a mí. De los siete tipos que estábamos en la foto de ayer solo conocía a dos hace seis semanas atrás. A otros los tenía de haberlos enfrentado, de conversaciones ocasionales o no ni siquiera tenía el placer de haberlos visto en mi vida. Sin embargo ayer después del partido, mientras comíamos tranquilos todos juntos en esa mesa, parecía que nos conociéramos de pibes.

Demás está decir que ayer nos tocó perder. Enfrentamos a un rival que nos tomó una distancia inicial que no pudimos remontar en los cuarenta minutos que quedaron de partido. Diga que este torneo cuenta con este seguro. En caso contrario me hubiera ido a casa a dormir un poco amargado por la derrota. Pero este campeonato tiene ese diferencial. Por un lado ni me amargué demasiado, porque conocía a algunos de nuestros rivales y un poco su actuación me alegra y por otro el partido no terminó cuando el negro dio el pitazo final. Todo continuó por tres horas más entre risas y anécdotas. Quizás sea ésta la causa del rotundo éxito de nuestro torneo.

Pude informarme y la jornada vio victorias de Croacia y de Arabia Saudita. Mis dos candidatos. Un abrazo muchachos, será hasta el jueves próximo.

La quinta

Fecha 5 (por El asesor Pirincho)

El mensaje de los jeques era claro: cubrir el match entre Arabia y Brasil en el primer turno, o enfrentar la fatwa. Entre manojos de hinchas que llegaban remoloneando a las canchas alternando pronósticos, la sana nostalgia de los grandulones cambiando figuritas y el debate furibundo sobre si Ansaldi es o no el nuevo Garcé, este cronista no tuvo más remedio que emprender una vez más el trayecto hacia una cancha 1 que lucía como en sus mejores vísperas. Tras cumplir con éxito el primer objetivo (no lesionarse en la escalinata de la capilla), percibió que el clima fresco pero seco ofrecía las condiciones necesarias para el correcto desarrollo del balompié.

Entre bajas por lesión, viajes y –según las malas lenguas– flojeras invernales, tanto Brasil como Arabia se presentaban maltrechos. Esperando al capitán Bassi que no aparecía, los brasileños comenzaron con cuatro jugadores pero rápidamente completaron la alineación y desplegaron a Galimberti en la valla, a Ledo haciendo ida y vuelta, el Suizo en la distribución y Algorta-Pombo en sacrificada tarea de corte sin confección. Con varios players recorriendo el mundo gracias al salario exorbitante de los jeques, los árabes optaron por su parte por comenzar la rotación y preservaron a Pancho “Larrondo” Amieiro, entre algodones tras una dañina seguidilla de cotejos; salieron entonces a jugar sin suplentes con su capitán en la meta, Lascano y Cacho Grassi en la zaga, Van der Heyden al medio y Lanari de punta.

Durante el primer cuarto del match los brasileños maniataron al rival y dominaron las acciones. La receta era rotar, presionar en toda la cancha y probar suerte con potentes disparos de media distancia. Pero la receta duró hasta que The Flying Dutchman puso quinta y dejó a todo el mundo pagando en un sprint electrizante que le sirvió el primer gol a Lanari, que luego a los pocos minutos marcó el segundo tras robarle el balón al guardameta en una salida. Los brasileños no se amilanaron y mantuvieron la paridad del trámite descontando antes del final del primer tiempo.

Sin embargo, en el segundo tiempo los saudíes impusieron de a poco estado físico y volumen de juego inclinando la cancha y desenredando la madeja rival: los zagueros anticiparon y hasta se proyectaron al gol, Vander Heyden lució su jerarquía y el debutante Marco “cuatro pulmones” Lanari redondeó un partido descomunal. Inexorablemente fueron cayendo goles de todos los colores: en pared (Lanari-Vander Heyden), bombazo (Grassi), de tiro libre (Lascano) y dos memorables vaselinas del MVP saudí por sobre el guardavalla rival. El resultado fue un contundente 7-1. En un partido fluido, limpio, en el que sólo desentonaron algún conato de charla brasileña y las amarillas innecesarias del juez, los saudíes lograron redondear una buena actuación.

Pero la parrilla reservaba al cronista un amargo desenlace: las bondiolas estaban menos cocidas que la candidatura presidencial de Massa, y los sandwichitos tenían tamaño de canapé. Un testigo cuya identidad preservaremos imputaba a Lucho Botta y Weis, pero aquí optaremos por no dar crédito a semejante especie que empaña la honra de dos glorias del PFE. Mientras degustaba los bocaditos gourmet, este cronista pudo observar momentos de la caída de dos invictos: el Japón de Blanc (con bajas) versus Perú (sigue la racha goleadora al mejor estilo “Gurí” Alvez de un Valeri que jamás metió tantos goles en su vida) y de la Rusia de Tremonti versus la Suiza de Coqui “caseritos” Cattelani.

El broche de oro de la jornada fue el esperado Croacia-España. Lo primero que llamaba la atención era el disciplinado bilardismo del capitán germano Della Santa al costado de la cancha, que tras conseguir otra victoria tenía a todo su team estudiando a los croatas a los que enfrentará en la próxima jornada. No era para menos. El cuco croata justificó su fama ante un duro conjunto ibérico y comenzó ganando con un jugadón de lujo de Fran Sánchez asistiendo a su capitán (aunque, con todo respeto, resulta fuerte que un crack de semejante peso ofensivo luzca una casaca que dice “Rakitic”). Al tope de las posiciones, arrasando en las encuestas, monopolizando los primeros puestos de la tabla de goleadores, Croacia parece invencible. Pero vienen semanas difíciles: con el crepúsculo de los invictos, se acercan fechas claves en el PFE.

Crónicas de 4ta (fecha)

1))) Volvió el fútbol (Por Manchada con Tinta)

Después de mucho tiempo la pelota volvió a rodar por las canchas de esclavas. La Comisión practicó ayuno y aprovechó para rezarle unas cuantas oraciones a San Gio. Al parecer el santo decidió escucharlos. Eso sí, por la mañana le tiró un cañito a los jugadores, haciendo sospechar que todo volvía a complicarse con unas cuantas gotas pero por suerte nuestro guardián del fútbol esclavo se despertó al mediodía y puso las cosas en orden. Con el clima en condiciones los jugadores se dieron cita a las 19.30. Hubo que recurrir a viejas prácticas y secar la cancha 3 con papel de diario. Todo quedó perfecto para que nuestros queridos panzones hagan eso que hacen en el terreno de juego.

A más de uno el parate le jugó una mala pasada. Este cronista pudo registrar algunos acontecimientos:

  • Seis jugadores no le creyeron a sus capitanes y decidieron no ir a jugar. ¡A mí no me engañan! – dijo uno, esto se suspende seguro.
  • Varios jugadores habían olvidado el nombre de sus compañeros. Se escuchó mucho por las canchas: “Tocala 2… para atrás 5, dale flaco!”.
  • Volvió Galimba.
  • La casaca de Neymar sigue sin aparecer.
  • Riverito se olvidó el temperamento o las tarjetas. Por lo que pudo registrar el cronista no amonestó, ni echó a ningún jugador.
    El referí de cancha 1 quiso terminar un partido antes de comenzar. La Comisión lo frenó en seco: “Negro, está bien que termines los partidos siempre antes, pero esto es intolerable” le dijeron.
  • Se vio a Messi un tanto fuera de estado.
  • Richard no trajo sus toperolas.

A este reportero le tocó cubrir el encuentro entre Nigeria y Japón. Un partido muy bien jugado, con mucho fair play y de ida y vuelta. Los nigerianos festejaban la vuelta del maratonista Alberione y comenzaron ganando el encuentro por 2 a 0. El arquero nipón, Morasuti, se hallaba algo perdido e intentaba acomodarse al uso de unos nuevos pantalones treinta centímetros más largos que los que acostumbra usar. Poco a poco los nipones fueron encontrando juego y lograron el empate. Otra vez se pudo ver un partido ida y vuelta. Por esas casualidades los orientales avanzaron en el marcador y tomaron diferencia de dos. Sobre el final vino el descuento nigeriano, pero el esfuerzo no alcanzó para el empate. Resultado: Japón 6 – Nigeria 5.

 

2))) Fecha 4 (Por El asesor Pirincho)

En una tarde casi tan fría como el pecho de Pastore, los futbolistas del PFE recibieron aliviados dos buenas noticias: se jugaría finalmente la esperada fecha 4 y además tenía fecha libre el “cuco” croata ampliamente ratificado en las encuestas, con lo cual el resto de los equipos salió más aliviado a competir por el segundo puesto.

Los jeques encargaron a este cronista cubrir los tres cotejos de la cancha 3. Esta vez se hizo la luz y la polémica parafernalia lumínica estuvo a la altura de las circunstancias, mientras los esforzados miembros de la Comisión preparaban la parrilla, diseminaban diarios y secaban las canchas –destacándose el dj Giudice pasándole el trapo a todos: tanto que debió dedicar el resto de la noche a recuperar energías cambiando figuritas.

En el primer turno se enfrentaban Bélgica y Arabia Saudita. En el peloteo previo los capitanes se veían preocupados: el árabe, porque por culpa de los metrodelegados empezaría con cuatro players; el belga, porque le informaba su cuerpo técnico que no terminaba de abrir la tapa del sarcófago en que guardan durante la semana a la momia Pesado. Pero, acaso inspirados por la memoria de glorias como Scifo, Jan Ceulemans y Michel Preud’Homme, la cosa es que los belgas aparecieron ordenadamente a la hora señalada, con formación completa.

Los diablos rojos salieron con el capitán Basterra adelante, la estrella Pérez Romanelli distribuyendo el juego y rotando las posiciones defensivas entre el experimentado Gonzalo, JP Pesado (luciendo coleta al estilo Lorenzo Lamas) y un “Foco” Correa que no se privó de proyectarse al ataque. Por su parte, con cuatro jugadores, los saudíes decidieron administrar el balón hasta que llegase el quinto elemento. Como Bélgica tampoco demostró demasiadas intenciones de irse “a la carga Barracas”, lo consiguieron, y el empate persistía cuando llegó “Cacho” Grassi a completar la alineación –ganando, al instante, su primera tarjeta del torneo.

Al final salió un match disputado, atrapante, con muchas situaciones de gol, buenas actuaciones de los arqueros y un par de jugadas discutidas. El comienzo estuvo parejo. Bélgica abrió el marcador con un tanto de su MVP y Arabia lo empató con un furibundo tiro libre a la Roberto Carlos del flamante pater Lascano (quien luego del match declaró: “alguna vez tenía que hacer otro: vengo robando hace dos años con el gol de arco a arco en la final 2016”). Luego una gran combinación en velocidad entre Pancho Amieiro y The Flying Dutchman dio a los beduinos el segundo tanto, con lo cual finalizó la etapa.

En el segundo período, en cambio, el cansancio pareció hacer mella en los experimentados belgas (Pesado pedía apurarse porque la puerta del asilo cierra a las 21 hs.), mientras que, ya con siete jugadores, los saudíes inclinaron gradualmente la balanza por el volumen de juego y por una rotación más pareja de su plantilla: salió Amieiro (“lunes-jueves son muchos partidos para mí”) y con las entradas de Marco “el sobrino de Lanari” Lanari y Patricio “leo sólo el último chat” Schmidt mantuvieron el dominio del balón, la seguridad en la marca y la consecuente primacía en el marcador, que terminó finalmente 6-2 a su favor.

Mientras comenzaba un apasionado debate entre los árabes sobre cómo es que se anotan los cambios en la planilla, el segundo turno mostró a una Suecia cayendo sin atenuantes ante los rusos de Angelito “pedicure” Tremonti, el albo golero Montu y un infalible Maleplate. Y luego a la aplanadora germana venciendo a Brasil, por más que su capitán bajó sensiblemente la cuota goleadora –según un plateísta malintencionado, por haber estado tanto tiempo honrando la tradición cervecera germana antes del match que veía tres arcos con Luises Bassis.

Mientras el frío arreciaba y este cronista disfrutaba la última bondiola observando cómo el caradura de Blanc se quedaba arriba como si fuera Van Basten en un duro Japón-Nigeria (los nipones, candidatos ocultos, son el único team con puntaje perfecto) (N. de la R. son 4 los equipos con puntaje perfecto), este cronista fue anoticiado del renacimiento de los equipos de la zona C: una demostración contundente del Uruguay de Scher, la victoria de Portugal y el primer triunfo de un Jaguar británico que encendió finalmente los motores, con gran actuación de Villagrán y un Busso que sorprendió a todos tirándose a los wines.