Fecha 12 – Mundial PFE

En un lunes gélido, se disputó la Fecha 12 del Mundial PFE 2018. El frío logró reunir a las 3 bajas por lesión que tuvo el torneo: Bruno Nicolotti, Gonza Giudice y Pato Ogorman (foto). Según se pudo escuchar, intercambiaron teléfonos de reumatologos y de casas de prótesis de rodilla para poder volver con todo en el 2019! Los esperamos muchachos!!!!!

FECHA 12 (por El asesor Pirincho)

Luego de la ausencia del enviado especial de Riad en el match ante Japón, agravada por el “abandono literario” del talentoso colega de Manchada con Tinta, los jeques encargaron a este cronista cubrir el partido entre los árabes sauditas y los mexicanos de Fede “no elegí a nadie de 3°A porque quiero conocer gente nueva” Bitz. La noche estaba helada, los dedos de los planilleros se congelaban y los hinchas comprobaban aliviados el regreso de los players que viajaron al fiasco de la selección nacional en Rusia 2018 con el dólar a 30.

El aperitivo era el match entre Bélgica sin su MVP y un Perú con arquero-volante, los siempre efectivos misiles del Bocha Cesaro y una noche estelar de Dani Di Genova, que clavó goles de todos los colores incluyendo un par de impresionantes vaselinas: un par de goles oportunos del capitán Basterra no alcanzaron a los diablos rojos y, pese a concluir el cotejo con cuatro jugadores, los incas lograron una apretada victoria.

Mientras se disponían las cosas para el cotejo central, se escuchaban algunas quejas en el vestuario azteca por las bajas y por la zona que deparó el azar del fixture. Pero, pocos minutos antes del pitazo inicial, el Míster reveló finalmente la alineación: el compañero Borgese al arco, los confiables Bitz y Hume en las bandas, Martínez dando una mano en defensa y si se podía alguna ayuda a Javi Álvarez arriba, que se las debía arreglar más solo que Sampaoli el próximo día del amigo. Por su parte Arabia presentó el retorno de su capitán en la valla, a Lascano y Cybulka en la zaga, Van der Heyden al medio y Pancho Amieiro moviéndose por el frente de ataque. Los primeros minutos fueron favorables a los mexicanos, que a pura presión lograron llevarse por delante al rival. Entre la presión azteca, el fresquete y una cancha 2 casi tan arenosa como el Sahara los saudíes no lograban hacer pie. Sin embargo, luego de un tubo de Van der Heyden a Bitz –que más que caño pareció el túnel del Canal de la Mancha–, sus compañeros comenzaron a rebasar las defensas mexicanas generando chances que Borgese apenas lograba desactivar, y con la entrada del “correcaminos” Lanari encontraron el primer gol. Los mexicanos respondieron logrando la paridad con un furibundo puntinazo de Javi “Ozil” Álvarez. Pero la alegría fue efímera porque los saudíes comenzaron a hacer pie y, pese a los alaridos en el banco del lesionado Nicolotti, los aztecas no podían contener más las combinaciones eléctricas de Van der Heyden y Lanari –que clavó un inatajable sablazo al ángulo–, con lo cual el marcador parcial terminó 3-1 a favor de Arabia.

Buscando un revulsivo el DT azteca hizo entrar a Ruso en el entretiempo, Borgese trató de emular a Comizzo y Álvarez bajó a hacerse del balón. El equipo se adelantó valientemente en bloque en busca del empate, pero a esa altura la defensa saudí era un muro sólido y, con la entrada de Cacho Grassi y la rotación de Cybulka, Lanari y Amieiro, el complemento vio cómo se acentuaba cada vez más el dominio albo. Los players árabes se proyectaban turnándose para despilfarrar oportunidades, hasta que ajustaron la puntería y los tantos saudíes se sucedieron implacables –destacándose una espectacular volea de Amieiro a lo Zidane que terminó de definir el 7-1 final.

Si bien hay que decir que algunos plateístas se irritaron con Bitz cuando esbozó el reclamo de un penal inexistente y pareció incurrir en una acción antideportiva al arrojar un balón a los subibajas del fondo, en líneas generales el match fue caballeroso y leal. Para los árabes queda la tranquilidad del deber cumplido, y para los aztecas la sensación de que ajustando un par de detalles seguramente lograrán dar pelea y ascender en la tabla de posiciones.

Mientras el capitán uruguayo intentaba lechucear a los rivales, Ojeda se lucía custodiando la valla rusa y la temperatura caía más que la credibilidad de Fazio, este cronista alcanzó a disfrutar un sandwichito observando de reojo las postrimerías de la gran performance sueca ante el candidato Croacia, que recién logró imponerse hacia el final con un balinazo teledirigido del inexorable campeón Lucho Diez.
Winter is coming…