Como en cualquier otra cena, un tipo alza la mano, estira el brazo y saca una selfie del grupo. Estamos ahí en una pizzería a cuatro cuadras de la cancha. Es raro no coincidir con otro equipo. Generalmente suele haber más de un grupo cenando en ese lugar. En la mesa somos siete. Uno de nosotros está de viaje y no pudo venir. Sobre la mesa hay algunas cervezas y tres o cuatro pizzas. La conversación gira en torno a temas clásicos, el partido, el fútbol en general y la familia.
Me gusta oír los análisis. Particularmente los de la derrota. En mi experiencia reconozco dos tipos de analistas. Están los que se echan culpas del resultado indicando que erraron goles, que no defendieron lo que debían defender o en caso del arquero encontrará el que te dice que no tuvo su mejor noche. Por otro lado están los que buscan eludir las culpas. Entonces si son defensores dicen que al equipo le faltó gol y si son delanteros dicen que les hicieron demasiados. El más extremista en esta postura es aquél que arroja la culpa al árbitro.
Lo bueno de este torneo es que viene con seguro. Cualquiera fuera el resultado del partido usted tiene la posibilidad de ir a charlar y comer una rica bondiola, exitosa incorporación 2018, o bien arrimarse a una pizzería o restaurante del barrio a sentarse con amigos y conversar. Es increíble porque seguramente le pasará lo mismo que a mí. De los siete tipos que estábamos en la foto de ayer solo conocía a dos hace seis semanas atrás. A otros los tenía de haberlos enfrentado, de conversaciones ocasionales o no ni siquiera tenía el placer de haberlos visto en mi vida. Sin embargo ayer después del partido, mientras comíamos tranquilos todos juntos en esa mesa, parecía que nos conociéramos de pibes.
Demás está decir que ayer nos tocó perder. Enfrentamos a un rival que nos tomó una distancia inicial que no pudimos remontar en los cuarenta minutos que quedaron de partido. Diga que este torneo cuenta con este seguro. En caso contrario me hubiera ido a casa a dormir un poco amargado por la derrota. Pero este campeonato tiene ese diferencial. Por un lado ni me amargué demasiado, porque conocía a algunos de nuestros rivales y un poco su actuación me alegra y por otro el partido no terminó cuando el negro dio el pitazo final. Todo continuó por tres horas más entre risas y anécdotas. Quizás sea ésta la causa del rotundo éxito de nuestro torneo.
Pude informarme y la jornada vio victorias de Croacia y de Arabia Saudita. Mis dos candidatos. Un abrazo muchachos, será hasta el jueves próximo.
Excelente detalle!!! Que siga asi!!!