Se jugó la Sexta

1))) Fecha 6 (por El asesor Pirincho)

 

El fresquete y la seguidilla de partidos para recuperar fechas perdidas se conjuraron para cobrar víctimas en los planteles del PFE. Entre viajes, bajas por lesión, los primeros walk-overs y algunos figurones más interesados en cambiar figuritas que por jugar al fútbol la fecha mostró lagunas sensibles en las formaciones.

 

A este cronista le tocó esta vez cubrir la cancha 1. En el primer turno, pese al doblete de su capitán, la Inglaterra de Busso –con algo de mala suerte– cayó ante una pragmática Rusia que minimizó errores defensivos y fue eficaz en el arco rival. Y en el último turno presenció el juego entre Japón y un ascendente Portugal. En un partido trabado, sin demasiado juego, que los nipones abrieron con tanto de goleador de Zogbi y pudieron empatar al final, los lusitanos se impusieron no obstante por los cañonazos de Bou, la dinámica del “Pipa” Virginillo y las proyecciones del metrodelegado Chalá, que a sus 63 años se mostró intacto para sus habituales “caricias” y también para proyectarse al mejor estilo Ulises de la Cruz.

 

En el segundo turno se jugó el match que más esperaba este cronista. Se enfrentaban Colombia –plantilla con grandes jugadores a la cual sorprendentemente no se le dan los resultados– y la Arabia puntera en el grupo C. Con su formación completa los cafeteros salieron resueltos a dar vuelta la taba desplegando al veterano Almada al arco, a Sixto, Arrien, Mastrangelo y Niell alternando posiciones defensivas, a d’Odorico y Poggi armando juego y Patania de punta. Sin cambios a los que apelar en el banco, Arabia presentó por su parte a su capitán en la valla, a Cachi Grassi en el fondo y a Van der Heyden, Lanari y Amieiro rotando en el medio y arriba.

 

La promesa de buen fútbol se vio cumplida sólo en parte: salió un match entretenido, repleto de goles que sin embargo –diría el querido Macaya– se explican por errores defensivos tanto como por mérito de los atacantes.

 

Un aceptable primer tiempo comenzó con los colombianos abriendo el marcador y los saudíes empatando a los pocos minutos, tras sendos fallos de los guardametas. Por un lapso el trámite pareció encauzarse con Arabia enhebrando algunas buenas maniobras de ataque y Colombia procurando cuidar la pelota, pero ya hacia el final de la etapa comenzaron a surgir notorios fallos defensivos que anunciaban lo que sería la segunda fase.

 

En el segundo tiempo, en efecto, con la continua rotación colombiana y los árabes sintiendo la seguidilla de partidos sin cambios, el partido se rompió definitivamente y pasó a ser un picadito de plaza de solteros contra casados. El centro del campo era la autopista Riccheri y los arcos, coladores: las fulminantes combinaciones de los ligeritos saudíes (Lanari-Van der Heyden) y los contragolpes colombianos (encabezados por un endiablado Patania) se sumaron a resbalones, salidas a destiempo, desatenciones y malos pases para que ambos teams marcaran por turno varias ráfagas de goles. Con las redes con más agujeros que la defensa de Boudou y los goleros exhaustos de tanto ir a buscarla adentro, el score final fue un insólito Arabia 12 – Colombia 10.

 

Montados en sus Lamborghinis, los jeques se retiraron satisfechos con el resultado pero inquietos por lo inoportuno del fixture: ante la candidata Croacia, que para colmo ganó la final adelantada frente a Alemania, una performance semejante no basta. Parafraseando a Genesis: and then there were two… la próxima fecha quedará un único invicto en el PFE.

 

2))) Francia tiene ese no sé qué viste? (Por El Turco Zaid Nairam)

 

Empilchados con sus clásicos colores, con la misma combinación de Thierry Henry en el Mundial de Sudáfrica 2010 y la inestabilidad del dólar blue, pisaron la fresca y húmeda baldosa de la cancha 3. Del otro lado estaban los belgas con un equipo repleto de ausencias (entre ellos su figura) y sin cambios.

 

El resultado fue una victoria abultada por parte de los franchutes que por la situación relatada, era lo lógico que se debía dar. Pero eso no fue lo importante del encuentro. Hubo 2 cuestiones que elevaron el espíritu del torneo.

Nro 1. El duelo de pesos PESADOS.
Por un lado y representando a Bélgica, estaba formado Juan Pablo Pesado (el padre de la criatura) experimentado arquitecto, socio fundador del PFE, creador y ejecutor del Másterplan deportivo esclavo que disfrutamos cada jornada. Por el otro, el francés Juan Bautista Pesado (la criatura) casi médico, Premio “Santa Rafaela” y el producto terminado de 15 años de aulas y salitas esclavas.
El duelo se lo llevó la juventud sobre la experiencia. Hubo chicanas, desafíos y duelos personales durante el desarrollo del cotejo, claramente el papá tuvo para “acomodarlo” en un par de jugadas pero sabía que en casa, la patrona inclinaría la balanza por el purrete. Felicitaciones para ambos!

Nro 2. Así como La Ñata tuvo a su Pichichi, Francia no podía ser menos y sacó de la galera a un Marcelito Bianchi desatado, desfachatado, un carasucia que no perdonó al guardametas Foco, que ni con los lentes de Karim Abdul Jabar, pudo ver el triplete que le clavó el Nro 10. Hat trick y pelota autografiada para el delantero más campeón de la historia del PFE.
Gracias por tanta magia!!

 

Maaassss!! Me das cada día Maaassss!!

 

3))) La sexta (por Manchada con Tinta)

 

Como en cualquier otra cena, un tipo alza la mano, estira el brazo y saca una selfie del grupo. Estamos ahí en una pizzería a cuatro cuadras de la cancha. Es raro no coincidir con otro equipo. Generalmente suele haber más de un grupo cenando en ese lugar. En la mesa somos siete. Uno de nosotros está de viaje y no pudo venir. Sobre la mesa hay algunas cervezas y tres o cuatro pizzas. La conversación gira en torno a temas clásicos, el partido, el fútbol en general y la familia.

Me gusta oír los análisis. Particularmente los de la derrota. En mi experiencia reconozco dos tipos de analistas. Están los que se echan culpas del resultado indicando que erraron goles, que no defendieron lo que debían defender o en caso del arquero encontrará el que te dice que no tuvo su mejor noche. Por otro lado están los que buscan eludir las culpas. Entonces si son defensores dicen que al equipo le faltó gol y si son delanteros dicen que les hicieron demasiados. El más extremista en esta postura es aquél que arroja la culpa al árbitro.

Lo bueno de este torneo es que viene con seguro. Cualquiera fuera el resultado del partido usted tiene la posibilidad de ir a charlar y comer una rica bondiola, exitosa incorporación 2018, o bien arrimarse a una pizzería o restaurante del barrio a sentarse con amigos y conversar. Es increíble porque seguramente le pasará lo mismo que a mí. De los siete tipos que estábamos en la foto de ayer solo conocía a dos hace seis semanas atrás. A otros los tenía de haberlos enfrentado, de conversaciones ocasionales o no ni siquiera tenía el placer de haberlos visto en mi vida. Sin embargo ayer después del partido, mientras comíamos tranquilos todos juntos en esa mesa, parecía que nos conociéramos de pibes.

Demás está decir que ayer nos tocó perder. Enfrentamos a un rival que nos tomó una distancia inicial que no pudimos remontar en los cuarenta minutos que quedaron de partido. Diga que este torneo cuenta con este seguro. En caso contrario me hubiera ido a casa a dormir un poco amargado por la derrota. Pero este campeonato tiene ese diferencial. Por un lado ni me amargué demasiado, porque conocía a algunos de nuestros rivales y un poco su actuación me alegra y por otro el partido no terminó cuando el negro dio el pitazo final. Todo continuó por tres horas más entre risas y anécdotas. Quizás sea ésta la causa del rotundo éxito de nuestro torneo.

Pude informarme y la jornada vio victorias de Croacia y de Arabia Saudita. Mis dos candidatos. Un abrazo muchachos, será hasta el jueves próximo.

One comment

Comments are closed.