La 21

Se terminó la ronda de grupos y el jueves comienza la definición del Mundial PFE 2018.
La fecha 21 dejo goles, tarjetas, definición de posiciones, pero también dejó un gran parrilla comandada por los franceses! Aca algunas fotos:

FECHA 21 (Por El Asesor Pirincho)

 

Ansioso por presenciar la última fecha de la ronda clasificatoria, este cronista se dirigió con parsimonia a la arenosa cancha 2 en medio de un fresquete que, como Paulo Dybala, amenazó más de lo que finalmente fue.

 

Mientras el turno medio ofrecía a los espectadores el duro cotejo entre la experimentada Bélgica y el ascendente México del candidato Fede “Vhits”, con un resultado que se mantuvo en cero por un largo rato y terminó de resolverse a favor de los aztecas sólo al final, ingleses y árabes fatigaban la enfermería y disponían como podían sus alineaciones. Además de las anunciadas bajas de Marcelo “ok” Barbero y el defensa Hernán “los lunes no puedo” Villar, los británicos supieron que -de común acuerdo con el cuerpo médico- el astro Villagrán optó por cuidar la rodilla y guardarse para la copa. Así que el técnico Bobby Robson organizó un planteo defensivo con “Piñón” Madrid al arco, una zaga más concurrida que saqueo peronista en diciembre con Fede Martín multiplicándose en el medio, Guido Basso y Andrés Focke por las bandas, y el capitán JM “casi gol” Busso más arriba viendo si podía pescar algo. Del otro lado, con Pato Schmidt cumpliendo suspensión y el capitán aduciendo un tirón (“mentirón” corrigió algún plateísta malpensado), los jeques volvieron a confiar en la “Araña” Lascano para custodiar la valla, con Diego “those jeans are made for scoring” Cybulka y Cachi “volví a casarme” Grassi en defensa, Van der Heyden al medio y Pancho Amieiro arriba. En la banca, evaluando la táctica con el DT, el veloz Marco “on fire” Lanari listo para aportar su endiablada dinámica.

 

En los primeros minutos quedó clara la tesitura del cotejo. Los hooligans que fueron a disfrutar el fútbol de Gary Lineker y Bobby Charlton se resignaron a que la cosa iba más bien para el lado de Peter Shilton, el bigote de la foca Seaman y Terry Butcher. Los ingleses evacuaron el mediocampo más rápido que Dunkerque, y se replegaron en una isla de piernas. Los saudíes no se desesperaron y buscaron el tanto con paciencia: con un Lascano con menos trabajo que Isidoro Cañones, los defensores se plantaron en mitad de cancha y procuraron abastecer lo más prolijamente posible a los delanteros.

 

El golero cordobés se destacó manteniendo la virginidad de su meta todo lo humanamente posible, pero los migrantes árabes comenzaron a penetrar por todos lados. El pressing de Grassi y Cybulka era efectivo y las paredes de Amieiro, Lanari y Van der Heyden comenzaron de a poco a desequilibrar. Uno tras otro, comenzaron a llegar los goles saudíes. Para colmo, en la única llegada de los piratas al más puro estilo británico, con certero centro a la olla, el espíritu de Cuqui Silvani se apoderó de Busso y pifió el cabezazo solo abajo del arco. Los hooligans se agarraban la cabeza.

 

En el segundo tiempo el DT árabe comenzó a rotar los jugadores. Con Lanari en cancha los saudíes siguieron atacando y Piñón tuvo que revolcarse para que la diferencia no fuera mayor. Pero de repente un confuso disparo de media distancia tomó desprevenido a Lascano y colocó las cosas 3-1. Los ingleses se envalentonaron y fueron a buscar valientemente el empate, pero la “Araña” no quiso perder la chance de serrucharle el piso al golero titular y se destapó con dos grandes salvadas, tras las cuales los árabes respondieron con peligrosos contragolpes que muchas veces terminaban en gol. Sin su estrella en el campo ni cambios en el banco, el partido se les hizo cuesta arriba a los ingleses. Tan sólo quedó tiempo para las buenas intervenciones del golero, un par de goles de un relajado Van der Heyden, algún que otro lujo de Amieiro, un nuevo casi-gol de Busso, un bombazo de Lanari que reventó el palo y los árabes controlando la pelota hasta que el árbitro dio el pitazo final.

 

Para Arabia resta recuperar la plantilla para los cuartos de final; para los ingleses, la esperanza de un renacimiento shakesperiano el jueves próximo en la Milk Cup. Mientras “rabieta” Pereira reclamaba con justicia a este cronista la falta de crónica del match Arabia-Uruguay, en que marcó tres goles y los celestes desplegaron gran juego, la muchedumbre se dirigió hacia la parrilla. Comenzaba a respirarse la atmósfera de play-off. Con los players disputándose las pocas bondiolas francesas que aún quedaban (verdadera ganga a dos euros), los ojeadores recorrían los pasillos averiguando los resultados de las otras canchas mientras los planteles charlaban sobre las próximas elecciones -no exentas, hay que decirlo, de promesas rutilantes, tecnología pasmosa, aportantes misteriosos y hasta que otro algún conato de campaña sucia. El duelo de los hermanos Villar queda para otro año. Rotan los jugadores, aparecen las precauciones, se redobla la marca y se achican los marcadores. Se vienen los octavos. Se aproxima el final del PFE.