La 15

FECHA 15 (Por El asesor Pirincho)

Y una noche, por fin, después de tanto Sampaoli, de tantas postergaciones, de tanto aro de básquet que tarda veinte días en colocarse, volvió el fútbol.

Luego del receso la incógnita era cómo volverían los equipos. Rumbo a la cancha 2 este cronista caminó la noche fría, pispeando la abultada victoria de los helvéticos de “Caserito” Cattelani, un trabado 1-0 entre egipcios y británicos y el controvertido “resultado fantasma” entre Uruguay y Croacia: ¿salió 5-5? ¿6-5? ¿6-6? ¿10-10? ¿Dónde está la planilla original? ¿Hay cuaderno Gloria? El cotejo entre el candidato de todos y los aguerridos uruguayos estuvo cargado de polémicas: al menos dos players orientales declarando no saber cuántos tantos marcaron, el capitán Diez jurando que le secuestraron goles, un golero de escueta talla acusado de fingir lesiones y una andanada de recriminaciones cruzadas al juez y al planillero.

Pero la cita señalada era en el prime time de la cancha 2, con el match entre los líderes del modesto grupo C. Por un lado, los ascendentes lusitanos sorprendieron con su añoso capitán en la valla, el prolijo Giatti ordenando el fondo, “Billetera” Pozo y “Pipa” Virginillo buscando imponer su dinámica por las bandas y la siempre latente esperanza de gol en “Bou” Pissolani. Tranquilizados al enterarse de que Chalá iba al arco y no serrucharía tantas tibias, los árabes opusieron por su parte el retorno de su capitán en la meta, una dura zaga compuesta por Pato “ahora meto goles” Schmidt y Cacho “me comí una bananita” Grassi, y adelante la magia de los hábiles Amieiro y Van der Heyden.

Comenzó el match con un primer tiempo apretado y dinámico. Mientras los saudíes no lograban hacer pie y se ahogaban en sus propias imprecisiones, Portugal sorprendió cuidando la pelota, metiendo mucha bomba de media distancia y explotando el ancho del campo hasta que logró dar vuelta el marcador que tempranamente había abierto una sutileza de Amieiro. Pero la cosa es que Arabia tiene gol aun sin jugar bien y en una ráfaga fulminante volvió a colocarse arriba, y el primer tiempo concluyó con la inmerecida victoria parcial de los saudíes por 3-2.

Desde Riad los impacientes jeques ordenaron cambios para la segunda etapa. Con las entradas de Marcos “Ladri” Lascano y Diego “me gusta la proyección más que la cámara a Nazarena Vélez” Cybulka, los árabes salieron a comerse crudo al rival. Despejados por fin los circuitos ofensivos, las combinaciones Amieiro-Holanda y las incursiones goleadoras de “Cafú” Cybulka se volvieron incontenibles y los inquietos portugueses se vieron forzados a recular contra su arco mientras al querido Chalá se le caía el jabón por todos lados.

Pero nada estaba sentenciado. Aun con dos o tres goles arriba los saudíes no especularon ni supieron administrar la ventaja: siguieron tocando, yendo al ataque y hasta enhebrando algunos lujos, permitiendo a los rivales ponerse a tiro con punzantes contragolpes. El trámite se rompió y el partido se hizo de ida y vuelta, sucediéndose por un lado los tantos de Amieiro, Van der Heyden, Schmidt y Lascano (que hasta casi marca un gol memorable a la Hagi), y por el otro los tantos de Pissolani, del zurdo Pozo y hasta “motoneta” Virginillo. En un cierre sin pausa, que fue un auténtico temporal de goles, el score definitivo fue Arabia 11 – Portugal 7.

A juicio de este cronista, las notas finales de la jornada fueron lo mucho que el retorno les costó a los equipos candidatos, así como también la llamativa cantidad de players repentinamente “lesionados” para pedir spray a la joven doctora (comisión: por favor ponga orden).
Mientras el fútbol se empareja, los partidos se complican y siguen apareciendo arrepentidos, el segundo semestre se viene con todo.