Coki


Nombre Completo: Jorge Silvio D’Odorico

Apodo: Coki / Dodo

Edad: 34

Lugar de nacimiento: Capital Federal

Puesto: Delantero

Profesión: Licenciado en Comunicación

Lugar de Trabajo: Clan Comunicación e Imagen. Olivos. Además, con un socio, tengo una Productora de Contenidos Audiovisuales (proyecto independiente)

Hincha de qué club: River y simpatizante de San Lorenzo

Colegio (o colegios) al que fuiste de pibe: Domingo Faustino Sarmiento, San Antonio de Padua

Una bebida: Coca Cola

Una comida: Ñoquis caseros de mi abuela

Un lugar de vacaciones: Carilo y Villa La Angostura

Una mujer (sacando la tuya): Diane Lane

Un auto: Cualquiera que me lleve

Un jugador (sacando a Maradona): Johan Cruyff

Una película: Mar Adentro, de Alejandro Amenábar y Belleza Americana

Un programa de TV o un sketch: La Liga / Todo x 2 pesos

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?: Jugar con mi hija, disfrutar de la compañía de mi mujer, mis amigos y mi familia; practicar fútbol y tenis; leer, escuchar música y disfrutar en soledad de un cigarrillo en el balcón.

¿En qué equipo jugás al PFE?: Huarpes

Mejor jugador del PFE: No sé su nombre, pero la referencia es que es bajito, medio canoso y juega en Tobas. Nota de Redacción: Por la descripción, debe ser Claudio Alvarez.

Mejor equipo del PFE (después del tuyo): Mapuches

Puntaje (1 a 10) del PFE (organización, etc.): 9

Puntaje (1 a 10 de la web PFE: 10

Anécdota en una cancha de fútbol (como jugador o simpatizante): En la final de un campeonato en cancha de once, perdíamos 3 a 0 faltando 20 minutos para terminar el partido y marqué los 3 goles qeu nos permitieron llegar a los penales con los que nos consagramos campeones invictos.

Anécdota para contar de tu época escolar: muchas, pero no las encuentro demasiada significativas.

Algo para agregar: Felicitar a todos aquellos que con trabajo y dedicación organizaron este excelente torneo que permitió y permite una activa, divertida y comprometida participación de todos los padres inscriptos. El PFE constituye un refugio de alegría que hace más soportable afrontar la vorágine diaria. Y en los tiempos que corren, eso no es poca cosa.

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